En una reciente entrevista concedida al diario Financial Times, el Presidente argentino Javier Milei delineó su estrategia económica enfocada en la estabilidad cambiaria. Sin titubeos, el mandatario descartó abiertamente cualquier intento de liberar el dólar antes de 2027, afirmando que las bandas actuales seguirán en vigencia.

Este enfoque, según Milei, es esencial para mantener y consolidar los logros económicos alcanzados durante su administración, señalando que se observarán resultados positivos en 2026.

El marco económico descrito por el Presidente incluye una serie de reformas estructurales internas y el mantenimiento de las bandas de flotación para el dólar, las cuales se ampliarán progresivamente. Pero el mensaje fue claro: hasta no garantizar una estabilidad económica firme, la liberación del dólar estaría fuera de la agenda, un posicionamiento que planea mantener hasta las elecciones de 2027.

Esta postura llega poco después de recibir un significativo apoyo financiero por parte de Estados Unidos, lo que Milei interpretó como una señal de respaldo internacional a su gestión.

Ante las críticas de sectores que aseguran que el peso está sobrevaluado, el mandatario fue contundente en su defensa, contrastando opiniones locales con la visión de importantes figuras estadounidenses como el secretario del Tesoro Scott Bessent, quien indicó que el peso podría haber estado "infravalorado". Asimismo, destacó la "doctrina Monroe económica" adoptada por Estados Unidos, destinada a fortalecer su liderazgo en América Latina, como un factor positivo que Argentina acoge con beneplácito.

Milei está apostando por una ambiciosa transformación económica que promete un crecimiento anual entre el 7 y el 10% a partir del 2026. Este dinamismo, según el Presidente, será posible gracias a una combinación de disciplina fiscal, apertura comercial y la consolidación de estrechos lazos económicos y políticos con Washington.

En cuanto al contexto internacional, Milei dio a conocer su visión sobre la competencia entre las principales potencias mundiales, definidas en tres bloques principales liderados por Estados Unidos, Rusia y China. En este tablero global, Argentina, según el mandatario, ya ha tomado partido, posicionándose como aliada estratégica de Estados Unidos.